La masacre de Puerto Hurraco
Hace 20 años (un 26 de agosto de 1990), España se conmocionó con la tragedia que tuvo lugar en la localidad pacense de Puerto Hurraco: dos hermanos perdieron la razón y dispararon a bocajarro contra todo aquel que se movía por sus calles; Nueve fallecidos y seis heridos, una carnicería impensable que asoló a un vecindario y a todo un país.
En el pueblo, un lugar en apariencia tranquilo y apaciguado -en aquella época lo habitaban 200 personas-, sólo bastó la “simple” convivencia entre dos familias -los Izquierdo y los Cabanillas- para dar lugar a un desastre que tan sólo fue el detonante de un conflicto que se venía creando tiempo atrás. Se dice que todo empezó debido a un problema con las lindes de una finca, seguido por la tormentosa relación amorosa entre Luciana Izquierdo y Amadeo Cabanillas, que al rechazar éste a la primera y como si de una trama shakespeariana se tratara, fue muerto a cuchillazos por el hermano de la joven, Jerónimo, en 1961. La locura comenzó en los Izquierdo.
La matriarca falleció misteriosamente en el incendio de su hogar, que achacaron a los Cabanillas. Pasaron los años y Jerónimo Izquierdo salió de la carcel, en 1986. Regresó para vengar la muerte de su madre, volviendo a apuñalar a otro Cabanillas, Antonio. Éste sobrevivió, mas Jerónimo finalmente ingresó en un psiquiátrico donde murió nueve días después. La locura lo consumió.
Todo esto fue el germen que originó que las hermanas Izquierdo, Luciana y Ángela, instigaran a los dos hermanos mayores a cometer la masacre que aconteció aquel 26 de agosto, a principios de los noventa. La locura de un hogar, el de los Izquierdo, le costó la vida a unas nueve personas, de entre ellas cuatro Cabanillas. Acabó la vendetta, comenzó el escándalo mediático.
Los crímenes dieron ejemplo de que la realidad, a veces, supera la ficción, y ésta se sirvió de los hechos para llevarlos a la gran pantalla. El título, “El séptimo día” y el realizador, Carlos Saura. Prestigioso director -ha sido galardonado numerosas veces en los Goya, así como en los festivales de San Sebastián, Berlín y Cannes- y prestigioso guionista, Ray Loriga, para recrear de manera no exacta -es una adaptación- pero si satisfactoria, como unas vidas llenas de odio, resentimiento y rencor, fueron las culpables de arrebatárselas a otras tantas inocentes.
La cinta fue grabada en las localidades segovianas de Vegas de Matute, Zarzuela del Monte y Otero de Herreros, y en ella aparecen rostros muy conocidos como Juan Diego, una genial Victoria Abril volviéndose histérica como Luciana, y como protagonista Yohana Cobo, la dantesca hija de Penélope Cruz en “Volver”.
La escena de los tiroteos es estremecedora y las palabras con las que la protagonista esclarece el título de la película también: “Dicen que Dios creó el mundo en seis días, y al séptimo descansó, por eso a veces las cosas más horribles pasan en domingo, cuando Dios duerme”.
Hace 20 años (un 26 de agosto de 1990), España se conmocionó con la tragedia que tuvo lugar en la localidad pacense de Puerto Hurraco: dos hermanos perdieron la razón y dispararon a bocajarro contra todo aquel que se movía por sus calles; Nueve fallecidos y seis heridos, una carnicería impensable que asoló a un vecindario y a todo un país.
En el pueblo, un lugar en apariencia tranquilo y apaciguado -en aquella época lo habitaban 200 personas-, sólo bastó la “simple” convivencia entre dos familias -los Izquierdo y los Cabanillas- para dar lugar a un desastre que tan sólo fue el detonante de un conflicto que se venía creando tiempo atrás. Se dice que todo empezó debido a un problema con las lindes de una finca, seguido por la tormentosa relación amorosa entre Luciana Izquierdo y Amadeo Cabanillas, que al rechazar éste a la primera y como si de una trama shakespeariana se tratara, fue muerto a cuchillazos por el hermano de la joven, Jerónimo, en 1961. La locura comenzó en los Izquierdo.
La matriarca falleció misteriosamente en el incendio de su hogar, que achacaron a los Cabanillas. Pasaron los años y Jerónimo Izquierdo salió de la carcel, en 1986. Regresó para vengar la muerte de su madre, volviendo a apuñalar a otro Cabanillas, Antonio. Éste sobrevivió, mas Jerónimo finalmente ingresó en un psiquiátrico donde murió nueve días después. La locura lo consumió.
Todo esto fue el germen que originó que las hermanas Izquierdo, Luciana y Ángela, instigaran a los dos hermanos mayores a cometer la masacre que aconteció aquel 26 de agosto, a principios de los noventa. La locura de un hogar, el de los Izquierdo, le costó la vida a unas nueve personas, de entre ellas cuatro Cabanillas. Acabó la vendetta, comenzó el escándalo mediático.
Los crímenes dieron ejemplo de que la realidad, a veces, supera la ficción, y ésta se sirvió de los hechos para llevarlos a la gran pantalla. El título, “El séptimo día” y el realizador, Carlos Saura. Prestigioso director -ha sido galardonado numerosas veces en los Goya, así como en los festivales de San Sebastián, Berlín y Cannes- y prestigioso guionista, Ray Loriga, para recrear de manera no exacta -es una adaptación- pero si satisfactoria, como unas vidas llenas de odio, resentimiento y rencor, fueron las culpables de arrebatárselas a otras tantas inocentes.
La cinta fue grabada en las localidades segovianas de Vegas de Matute, Zarzuela del Monte y Otero de Herreros, y en ella aparecen rostros muy conocidos como Juan Diego, una genial Victoria Abril volviéndose histérica como Luciana, y como protagonista Yohana Cobo, la dantesca hija de Penélope Cruz en “Volver”.
La escena de los tiroteos es estremecedora y las palabras con las que la protagonista esclarece el título de la película también: “Dicen que Dios creó el mundo en seis días, y al séptimo descansó, por eso a veces las cosas más horribles pasan en domingo, cuando Dios duerme”.
Fdo: Aída Cerón.
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