miércoles, 23 de junio de 2010

La Sábana Santa


Desde el 10 de Abril y hasta finales de Mayo va a estar de nuevo expuesta La “Sindone” para gloria y devoción de los peregrinos, y mucha más gloria para las arcas del ayuntamiento de Turín. (La Sábana Santa está en la Capilla Real de la Catedral de San Juan Bautista).
Hace diez años que vio la luz por última vez, hasta hace unos días, con la novedad de que en esta ocasión, luce restaurada, sin los parches que le pusieron las monjas después del incendio que en 1532 la dejó hecha unos zorros.
Resulta que el Ayuntamiento de Turín le dijo al Arzobispo “Mire usted, que no podemos con esta crisis, déjenos sacar La Sindone antes de lo que le corresponde, a ver si nos recuperamos” Y los autorizaron. Pusieron entre el Ayuntamiento, La Región del Piamonte y la Conferencia Episcopal Italiana, cinco millones de euros para montar la exposición. Se espera hacer una recaudación de más de cincuenta millones de euros. Usted puede decir “Anda, yo he visto la Sábana y no he pagado nada por entrar en la Catedral”. Claro, la entrada es gratis, oiga, pero cada autobús que entra a Turín tiene que pagar 30 euros en concepto de “tasa medioambiental”, y tiene usted la ciudad plagada de exposiciones sobre Jesús y su crucifixión, que si quiere verlas, tiene que pagar. Para ver la reliquia con detalles que a simple vista no se aprecian, puede adquirir unas gafas de tres dimensiones, que están de moda. También hay un modelo especial para miopes.
Da igual que el cuerpo del sudario mida más de 1’80, cuando lo normal en aquella época era ser más bien bajo y de aspecto más rudo que un bocadillo de cemento. Da lo mismo que se amortajaran los cuerpos con los brazos cruzados sobre el pecho, pero a éste se los alargaran más de lo normal para taparle las partes pudendas. Las piernas están disparejas y la imagen frontal de un muslo es más gruesa que la dorsal. También se puede ver marcada la planta de un pie, y eso solo puede pasar si la rodilla está flexionada. La barba de la imagen es de color oscuro, lo que quiere decir que si se trata de un negativo fotográfico, el original era poco menos que albino... ¿Sigo? Hay una carta de un obispo medieval dirigida al Papa de Avignon, diciéndole que sabía que la imagen había sido pintada para sacar la pasta a los creyentes (fue en 1389, Pierre D’Arcis, obispo de Troyes, se lo chivó al Papa Clemente VII)
Que si el carbono-14, que si la Nasa, que si estudios de fluorescencia y rayos X… que no, que no se ponen de acuerdo y hasta hoy la ciencia no sabe explicar cómo quedaron esas marcas en el sudario.
Bueno, sí. Fue por la radiación que emitió el cuerpo al resucitar…

Por Ana Serrano.

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