jueves, 1 de julio de 2010

Al lector número 1

“Seguiría escribiendo aunque nadie me leyese”, Marta Serrano.
El otro día me lo encontré al salir del trabajo y como siempre le pregunté por la última novela que está escribiendo. Él, cabizbajo hizo un claro gesto de indiferencia con los hombros. Creo que era la primera vez, en años que lo conozco, que no me hablaba de literatura y eso me hizo sentir mal, -sinceramente estuve pensando en ello varios días-. Pensé que la vida es poco agradecida, en lo importante que es saber mentir a uno mismo y en lo difícil que es intentar animar a un gran escritor con palabras, -y más a uno que inventa sus propias palabras, que tiene su propio lenguaje-. Así que, sólo me queda intentar inyectarle un chute de vanidad en esta sección a nuestro lector número uno, -no ya por amistad, ni por adulación, estas mandíbulas… solo estrujan sentimientos-, sino por algo con mucho más valor que todo eso, porque lo siento.Él reúne en tres palabras, y en un solo nombre, arte, historia y sobre todo mucha elegancia y clase. Con la clase ocurre lo mismo que con el respeto: hay que ganárselo y él sabe que lo tiene, -por lo menos el mío, por lo menos para mí-. En sus señas de identidad recoge todo el Arte del apellido Andreo, ese que ha conseguido que Alhama se encuentre presente en todo el mundo con la pintura de su prima María Dolores y las letras propias de aquel “Valle de Los Caracas” que tanto le dio, -que tanto le da- y que tanto, se me antoja, debe de pesar sobre su propia historia. Y si hablamos de Historia también hablamos de la segunda palabra, Rubio, un apellido tan lleno de historia aquí en la vieja Alhama que tan sólo pronunciarlo ya merece respeto. Por último, dejamos la elegancia y la clase de su nombre, Lorenzo, ese hombre que a sus años sigue más preocupado por “el qué diré” que por “el qué dirán”, -como debe de ser-; a sus años sigue dedicándose a aquello que más le gusta y que más le ha hecho sufrir, la literatura. Sigue buscando en las letras poder sentirse vivo porque es la única manera de robarle vida a la muerte, porque la literatura no es ni más, ni menos, que mentirle bien a la vida y a la verdad. ¡Feliz Cumpleaños!

Por Gerardo C. Saura

No hay comentarios:

Publicar un comentario